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Éxito probado al montar un supermercado en franquicia

Montar un supermercado

El emprendedor al montar un supermercado cuenta con la garantía de un modelo de negocio totalmente consolidado y el respaldo integral de la central franquiciadora, dos factores que avalan la confianza del franquiciado a la hora de invertir.

La apertura de nuevos supermercados se ha intensificado de manera destacable en los últimos ejercicios permitiendo al sector de la distribución experimentar un importante crecimiento en el país. Este fenómeno se ha visto altamente reflejado en el sector de las franquicias (entre ellas se puede  mencionar Carrefour, Día o Eroski).

Esta tendencia tiene su base en un mercado maduro liderado por grandes corporaciones que están apostando claramente por la franquicia como una de sus principales vías de expansión. Para afrontar este crecimiento han adaptado sus modelos de negocio a un formato franquiciable, consiguiendo montar un supermercado con menos metros cuadrados y ubicaciones de proximidad. Además, se aprovecha la gran bolsa de franquiciados en autoempleo en busca de negocios estables que se presentan en la actualidad tras varios años de recesión como consecuencia de la crisis.

El emprendedor al montar un supermercado cuenta con la garantía de un modelo de negocio totalmente consolidado. Asimismo, se garantiza el respaldo integral de la central franquiciadora, consiguiendo así dos factores que avalan la confianza del franquiciado a la hora de invertir.

En este sentido, las grandes cadenas de distribución están realizando una gran labor adaptando y ajustando sus modelos de supermercados a un formato capaz de ser gestionado por un franquiciado. Para ello, se busca un alto nivel de éxito y un mínimo riesgo en la implantación del negocio, mediante el control de todos los procesos por parte de la central. Esto se consigue gracias a un sistema logístico y a una política de precios que de otra manera sería insostenible y que le permite trabajar con marcas líderes manteniendo una excelente relación calidad precio. Es más, en muchas ocasiones la misma cadena cuenta con varios modelos franquiciables, con el fin de dar respuesta tanto a las expectativas del franquiciado como a las necesidades del cliente final (ubicación, superficie, oferta…). A esto hay que sumarle que hablamos de tiendas de cercanía que comercializan productos de primera necesidad y a la progresiva recuperación de la economía, que repercute directamente en el consumo.

Si bien hasta ahora solo se podían encontrar este tipo de supermercados de proximidad en grandes superficies ubicados generalmente en las periferias, cada vez más va proliferando este modelo en las ciudades con el consiguiente acercamiento del consumidor a las ofertas y ventajas de precios y horarios, entre otros.

Asimismo, hay cadenas que para montar un supermercado ofrecen al emprendedor la posibilidad de reconvertir negocios ya operativos, con el objetivo de mejorar sus resultados bajo el paraguas y la imagen de una marca consolidada. Este es el caso de las poblaciones pequeñas, que hasta ahora estaban gobernadas por tiendas tradicionales, lo que supone un gran atractivo para las cadenas, dada su alta oferta competitiva en lo que a variedad, calidad o precios se refiere.

En definitiva, se trata de un sector que gracias a su madurez y a la amplia experiencia de las marcas líderes, con ayuda de las nuevas tecnologías, han conseguido afianzar la confianza que éstas han depositado en el sistema de franquicia. Considerado como el más eficaz para emprender un crecimiento nacional, permite incrementar, penetrar en el mercado y aumentar sus ventas a través del control y gestión de socios locales.

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