El teletrabajo se define por aquella actividad laboral que se realiza fuera de la empresa (generalmente en el mismo domicilio) mediante el uso de diferentes sistemas de telecomunicaciones.
Es evidente que las ideas relacionadas con el teletrabajo no han nacido ahora, puesto que ha sido algo inherente a la actividad empresarial, aunque fuera en una porción minúscula. Con la constante revolución tecnológica y el apogeo de las TICs, la atómica porción laboral reclama protagonismo. El sector de la franquicia no ha querido ser menos, y cada vez van surgiendo más franquicias que adoptan este modelo de autoempleo bajo un sistema de teletrabajo.
Estas tecnologías de la información y la comunicación han proporcionado y facilitado la confección de los pilares fundamentales para el teletrabajo. El central, se podría considerar que es la combinación de todas las posibilidades comunicativas, que sustituye cada vez más lo presencial por lo virtual. El resto, vendrían de la mano de la naturaleza de los trabajos jóvenes o nuevos, las nuevas metodologías o los cambios culturales empresariales.
Pero, estos cimientos no suponen más que el permiso operativo, es decir, la posibilidad de que este fenómeno ocurra. El verdadero motor que ha impulsado esta modalidad laboral es su atractivo. Un atractivo que se presenta tanto para autónomos que ofrecen su servicio siguiendo este formato, como para empresa y trabajador en el esquema corporativo clásico.
Pero, ¿cómo puede llegar a ser tan atractivo que haga coincidir en intereses laborales hasta a empresa y trabajador? Las razones son múltiples, pero se pueden agrupar en: flexibilidad operativa, comodidad, menor dependencia exógena, menor coste y mayor productividad. El teletrabajo deja de lado conceptos tradicionales como la oficina y se centra en el trabajo como tal, es decir, se quiere y se puede.
Este concepto, nacido de la diversificación metodológica, está en actual expansión por el éxito que se ha contemplado. De estos modelos exitosos, una parte ha elegido el modelo de expansión de franquicia por todas las facilidades que ofrece. El resultado, una combinación de las virtudes del teletrabajo y la franquicia, beneficiando a este sector con enseñas de pequeña inversión, autoempleo y muy accesible, que aumenta el abanico de ofertas de franquicias. No encontramos con algunos ejemplos como la empresa Xeral.net, donde el franquiciado se une a la cadena de valor de servicios de Marketing, en mayor medida, según sus conocimientos. Las enseñas PGS Inmo Invest u Oportunidades de Bancos son dos claros ejemplos de este cambio en el que en la persona reside toda la importancia. Estos son solo algunos ejemplos que dieron el salto a la franquicia, pero hay y habrá más. Habrá más porque es eficiente, gusta y es uno de los cambios más representativos del sistema laboral de esta nueva era de la información.