Joaquín González, Consultor Ejecutivo de mundoFranquicia
Siempre que queremos abrir nuestro negocio, además de valorar el sector y otros factores cualitativos, siempre nos apoyamos en un plan de negocio
Siempre que queremos abrir nuestro negocio, además de valorar el sector y otros factores cualitativos, siempre nos apoyamos en un plan de negocio para hacernos una idea de los costes y los ingresos que puede arrojar el negocio a lo largo del tiempo y que tendremos muy en cuenta (a veces incluso demasiado) a la hora de tomar decisiones.
Por este motivo tenemos que prestar especial atención a una serie de variables que comentaremos a continuación:
- Inversión inicial y periodo de recuperación (PAYBACK): se trata de cuanto capital debemos disponer para arrancar el negocio y de cuánto tiempo transcurrirá hasta que los beneficios cubran dicha cantidad. Se trata de un buen indicador y además resulta muy fácil de calcular pero nunca debemos considerarlo determinante.
- Fondo de maniobra: nos da información acerca de la solvencia de la empresa, es decir, su capacidad de hacer frente a las obligaciones financieras en un plazo inmediato. Se calcula restando el pasivo corriente del activo corriente y nos dice cuáles son las necesidades de caja que podemos tener, muy importante durante los inicios de la actividad cuando podemos encontrarnos con los mayores descuadres.
- Estructura de costes fijos: los principales costes fijos en todo negocio son la renta del local y las nóminas de sus trabajadores. En función del sector que estemos analizando, las proporciones nos variarán una a favor de la otra y viceversa. Hay sectores que son más intensivos en capital humano y por tanto la tasa de esfuerzo (porcentaje del alquiler respecto a la facturación) es menor, el ejemplo más claro es la restauración. Otros sectores que no requieren estructuras de personal tan amplias pueden permitirse alquileres que supongan un porcentaje mayor de su facturación.
- Márgenes: nuestro margen comercial determinará en gran medida la rentabilidad y por tanto la capacidad de generar beneficios de nuestro negocio. Todos sabemos que rentabilidad y riesgo van siempre de la mano, por este motivo no rechacemos de forma automática negocios con poco margen ya que puede que se trate de negocios con facturaciones muy seguras y estables a lo largo del tiempo.
- Proyección de ingresos, margen de seguridad y porcentaje de ventas para equilibrio: siempre debemos preguntarnos como se han realizado las estimaciones de los ingresos y si están basadas en históricos sólidos y recurrentes. También tenemos que fijarnos siempre en los crecimientos de ventas esperados de un año a otro y ver que se trate de magnitudes razonables. El porcentaje de ventas para equilibrio no es más que la cantidad de ventas que tenemos que alcanzar para no perder dinero y el margen de seguridad es su contrapartida. Estos datos resultan muy útiles a la hora de juzgar la prudencia y la factibilidad de las cifras de ventas esperadas.
Espero que les haya resultado útil el artículo y aprovecho para desearles unas ¡Felices Fiestas!