Carmen Gallego, Consultora Agente de mundoFranquicia para Andalucía
La cadena de generosidad que parte desde la consultora y que impregna al franquiciador, debe implicar al franquiciado en sus relaciones
Alguien pensará que me he equivocado de tema o de blog.
Creo que no, realizar nuestro trabajo teniendo como elemento importante del mismo la generosidad, si la introducimos en todas nuestras relaciones, en nuestros productos, nos hará una consultora con un poder añadido: valorar e individualizar al cliente, prestando servicios más allá de lo esperado en el contrato.
Desde la consultoría entiendo que un cliente no debe ser una referencia de contrato, el nombre de un negocio de un sector. Es alguien cercano, con el que en general vamos a trabajar años, que casi siempre ha batallado por tener un buen concepto y, los he visto, se acercan a nosotros con una ilusión más allá, mucho más allá, de un simple buen documento de proyecto, se acercan a ponernos su futuro en nuestras manos, en nuestro talento y yo añado, en nuestra generosidad hacia él.
No, nunca puede ser una hoja de Excel, deben sentir que somos generosos con ellos, en las palabras, en los gestos que realizamos y sobre todo en nuestra actividad, que nos preocupan y que les dedicaremos todo lo necesario, nunca solo lo contratado.
Si trasladamos esa actitud al futuro franquiciador, la asumirá, la trasladará a sus relaciones con los franquiciados, sabrá, porque le funciono con nosotros, que va a tener una mayor capacidad y desarrollo de su marca, sabrá por adelantado que no de inmediato, pero si más firme, con un crecimiento más consolidado y estable.
La cadena de generosidad, que parte desde la consultora, que impregna al franquiciador, debe implicar al franquiciado, que en sus relaciones con el franquiciador no se sentirá vigilante hacia el engaño y para el engaño, debe sentir que se ha puesto en sus manos un modelo funcionando, con posibilidad de crecimiento, después de un asesoramiento generoso, y que la actitud que más le interesa es la de contar con el franquiciador y no contra él.
Creo, y actúo, que en la dinámica de nuestro trabajo todos debemos ser generosos, realizar un buen trabajo, por encima de lo suficiente, con un esfuerzo extra, trasmitiendo cercanía, confianza, y profesionalidad de modo personalizado, pensando en todas y cada una de las personas que se nos acercan, y siempre, la generosidad para serlo ha de ser continua y generalizada, aunque a veces canse.
Pequeña Digresión: Si, podría haberla titulado win win y seria moderno, empatía y sería más académica, pero preferí este difuso y antiguo generosidad, que comprende una actuación por encima de lo esperado, sin ningún beneficio inmediato para el actuante, el estar disponible y ofrecer ayuda.
Nota culta: Generosidad viene del latín generosĭtas, generositātis con raíz en ”gen” que tiene que ver con la raza, la estirpe, la pertenencia a ¿la mejor consultora?
Nota científica: distintos estudios y experimentos han vinculado las personas de comportamiento generoso con niveles del doble de la hormona Oxitocina, muy conocida como la hormona de la felicidad, menos conocida, y también lo es, como la de la fidelidad, ¿no son las dos cosas que buscamos?