- ¿Cuándo y de qué modo nació The Black Turtle?
The Black Turtle surgió hace cinco años, después de un viaje inmersivo en los restaurantes sureños de USA y Brooklyn.
- ¿Cuál es vuestra estructura actual?
Actualmente, nuestra red se compone de 15 restaurantes, de los que diez son propios y el resto son franquiciados. Ahora mismo, The Black Turtle tiene presencia en varios puntos de la Comunidad Valenciana, en ciudades como Valencia o Alicante, y además recientemente llegábamos a Murcia. El próximo 15 de mayo abrimos nuestro primer restaurante en Madrid, y en septiembre abriremos el primero en Castellón. El equipo humano está formado por casi doscientas personas en total sistema.
- ¿Qué inversión inicial solicitáis para unirse a la red y cuánto tiempo estimáis que se necesita para recuperar la inversión?
Depende de cada local, estado previo y superficie, pero desde 190 a 350k aproximadamente. En cuanto al retorno, entre 4-5 años.
- ¿Qué facturación tenéis prevista para el primer año y cuáles crees que son las ventajas de vuestro negocio para el que desee franquiciarlo?
Locales que superen los 600k de ventas al año y sobre todo, franquiciados inversores que se casen con nuestros valores: nosotros cocinamos todo dentro de cada local y tenemos una sensibilidad medioambiental profunda, ambos ineludibles para entrar a formar parte de nuestra casa. Esos valores se vuelven ventajas y palancas muy potentes de gestión. No hay un grupo igual en nuestro país enfocado a hacer burgers premium.
- ¿Qué perfil de franquiciado buscáis?
Inversores principalmente, con o sin negocios de hostelería o experiencia.
- ¿Puedes describir las cualidades que distinguen a vuestra enseña de la competencia?
Lo que comentábamos anteriormente. The Black Turtle tiene como valor diferencial la calidad de sus productos. Nuestras recetas, que se hacen en cada local a base de materias primas de primera calidad, productos frescos, y apostando por un modelo de negocio de proximidad
Además, tenemos como objetivo ser una empresa sostenible y comprometida con el medioambiente. Por ello, hemos implementado un programa de eficiencia energética para paliar la huella de CO2 y hemos eliminado todos los plásticos de cada uno de los locales, sustituyéndolos por materiales reciclados y reciclables: desde las pajitas para las bebidas, pasando por los manteles individuales de los restaurantes que ahora son de papel 100% orgánico hasta los packagings del take away.
Además, a todo esto le sumamos el compromiso y la lealtad a la marca, así como el alto nivel de autoexigencia.
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