Hablar de Subway es hacerlo de la cadena con más restaurantes del mundo, con más de 42.000 establecimientos pero que en España sólo factura en torno a los 20 millones de euros. Se impone un cambio de estrategia, según entiende la compañía y ya se ha puesto manos a la obra.
El diario Expansión publica, en su edición de hoy, en qué va a consistir ese viraje estratégico. Inés Fonseca, máxima responsable de Subway en la región mediterránea, que incluye España, Italia, Portugal y Grecia manifiesta que “Queremos competir de tú a tú con los gigantes de la comida rápida”.
Subway aterrizó en España hace 25 años y cuenta con 57 restaurantes, que se concentran, básicamente, en zonas turísticas . “Entre 1995 y 2005 -añade Fonseca- adoptamos una estrategia de masterfranquicias y, desde entonces, hemos apostado por tener agentes que franquician directamente por regiones. Pese a ello, la marca es pequeña en España porque no hemos hecho márketing en el país. Hasta ahora”.
“Subway prevé acabar este año con cuatro aperturas, aunque el ritmo crecerá poco a poco. “Nos centraremos en un desarrollo orgánico acelerado, por encima del 6% al que estamos creciendo ahora, tanto en facturación como en tráfico, y por un incremento en las aperturas”, indica. “Queremos ser un actor clave y competir de tú a tú con los gigantes de la comida rápida en España”, añade Fonseca, para la que “jugar en la Champions del sector debería pasar, a largo plazo, por superar los 500 restaurantes en España”. Ahora, apenas factura 20 millones al año. Su foco estará en todo tipo de ciudades y ubicaciones, a partir de ahora.
EN ESPAÑA DEBE CRECER, EN EUROPA ES EL REY
En Europa, Subway cuenta con más de 5.000 restaurantes, con especial presencia en Reino Unido, Rusia o Francia, mientras que su desarrollo ha sido mucho más lento en el sur del continente. “España tiene un gran potencial para la compañía y por eso se ha situado como un mercado estratégico. Aportará la mayor parte del crecimiento de Subway en Europa durante los próximos años”, indica Fonseca.
El modelo de negocio de la compañía se basa en exclusiva en la franquicia, sin locales propios. “Abrir un Subway cuesta entre 100.000 y 300.000 euros en función del tamaño y la ubicación, por lo que somos una franquicia democrática”, indica.
La compañía, que luego cobra un canon sobre ventas y un fee por márketing, tiene externalizada su logística, mientras que para las compras su sistema se basa en una especie de central formada por todos sus franquiciados en cada país con el objetivo de ganar volumen para obtener mejores precios. Una de sus principales bazas, en opinión de la directiva, es que “en un mercado tan competitivo como el español, somos la única cadena de comida rápida que ofrece casi infinitas posibilidades de menú, ya que se pueden combinar alrededor de 50 ingredientes como quieras. Queremos dar al cliente la opción de elegir y, además, estamos comprometidos con ser cada vez más saludables. Más de la mitad de las combinaciones de Subway tienen menos de 400 calorías y todos nuestros bocadillos se pueden convertir en ensaladas”, señala. En el terreno del delivery, la firma tiene un acuerdo con Uber Eats, aunque cada franquiciado puede trabajar con más plataformas de reparto.