La firma con mayor número de centros de manicura y pedicura en toda España llega así a uno de los pocos rincones de nuestra geografía en el que aún no tenía presencia. Y lo hace con garantías, pues la apertura corre a cargo de Mónica Jaume, una multifranquiciada (posee tres centros en Pozuelo, Madrid), con muchas ganas de dar a conocer la marca en su tierra natal: las Islas Baleares.
«Estos días, se cumplen cinco años desde que llegué a Nails Factory, con la inauguración de mi primer centro franquiciado en Pozuelo, y mi ilusión ha sido siempre abrir en mi tierra», comenta Mónica Jaume, multifranquiciada de la cadena con tres espacios de manicura y pedicura en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Dar a conocer Nails Factory en las Islas Baleares
«Así que estoy muy, pero que muy contenta, y llena de ilusión con este nuevo proyecto de dar a conocer la marca en las Islas Baleares». Una encargada, que trabaja para ella desde la apertura de su primer centro, y una auxiliar –que también lleva tiempo a su lado, van a ser quienes se encarguen –bajo su supervisión de esta emprendedora– de seleccionar, para que se formen adecuadamente en la central, y moldear en sus primeros pasos un equipo que funcione, y quienes van a esforzarse por dar el mejor servicio en el nuevo centro franquiciado de Nails Factory, que va a abrir sus puertas a mediados de marzo en la céntrica y peatonal calle de los Olmos, 33, en el corazón comercial de Palma de Mallorca.
«Mi intención es viajar desde Madrid cada dos semanas, para estar cerca del equipo», continúa Mónica Jaume, quien asegura haber tenido en todo momento el apoyo de la central para la apertura de este nuevo centro franquiciado, «en el que además de los cinco puestos de manicura y pedicura, vamos a albergar también un espacio Oblink para la belleza de cejas y pestañas».
Una multifranquiciada que ya contaba con tres centros de la marca
En sus tres centros actuales, la falta de espacio hacía inviable la puesta en marcha de esta gran novedad de la marca, «hasta el punto de que me estoy planteando cambiar incluso alguna de las ubicaciones para poder ofrecer también a mis clientas este servicio específico de tratamiento de cejas y pestañas», añade esta emprendedora, que se muestra «con ganas de seguir creciendo junto a la marca, con la apertura de los espacios que sean necesarios para que Nails Factory alcance el reconocimiento del que ya goza en el resto de España».
Un ánimo con el que no puede ni la pandemia. Pues desde la puesta en marcha de esta cadena, en 2007, Nails Factory lleva aplicando unos exhaustivos sistemas de limpieza, higienización y esterilización, que no solo la han diferenciado siempre de la competencia, sino que son los más avanzados del sector de la estética. Así, maneja protocolos en los que prima la seguridad de todas las personas que entran en cualquiera de sus centros. Pero además de esta preocupación por la higiene, está la conocida calidad de sus productos, certificados como 10 Free, lo que garantiza la ausencia de compuestos químicos que puedan resultar tóxicos o alérgenos, como tolueno, formaldehído, alcanfor, parabenos… Y que ni proceden de, ni han sido probados en modo alguno en animales.
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