La morosidad en el alquiler de viviendas se ha convertido en una preocupación creciente para los propietarios, limitando la oferta en un mercado ya tensionado. Según datos recientes, cerca del 15% de los arrendadores en España han sufrido algún tipo de impago por parte de sus inquilinos.
“Pero los propietarios no son los únicos perjudicados de esta falta de garantías” ha afirmado Antonio Pérez de la Torre, director general de Alfa Inmobiliaria. Según la valoración de la compañía, “esta situación también perjudica a los inquilinos, quienes tienen menos opciones disponibles, y más exigencias que cumplir para poder alquilar un inmueble”.
Estrategias para proteger el patrimonio y la seguridad del inquilino
Frente a esta realidad, Alfa Inmobiliaria, con más de 25 años de experiencia en el sector, y más de 200 agencias inmobiliarias, recomienda a los propietarios tomar precauciones antes de firmar un contrato de arrendamiento.
Una de las herramientas fundamentales que utiliza esta compañía para minimizar los riesgos de impago es consultar alguno de las bases de datos de inquilinos morosos existentes en el mercado. Estos ficheros permiten conocer si un posible inquilino ha incurrido en impagos previos, proporcionando información objetiva y verificada antes de formalizar el contrato.
Alfa Inmobiliaria tiene firmado un acuerdo de colaboración con el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), pero existen más opciones en el mercado.
El FIM, al ser un fichero alimentado por las incidencias informadas por profesionales inmobiliarios, propietarios particulares y sentencias judiciales se convierte en una herramienta de prevención única, abierta tanto a profesionales del sector como a particulares. La consulta a esta base de datos es un paso sencillo y económico que puede evitar problemas legales y financieros en el futuro.
Estas consultas “no deben interpretarse como un acto de desconfianza, sino como una medida preventiva que protege tanto al propietario como al inquilino” afirma Pérez de la Torre. “Ante la preocupación por posibles impagos, conocer el historial de morosidad de un inquilino puede marcar la diferencia entre una relación sencilla y exitosa o un extra de dificultad para encontrar una vivienda de alquiler”.
Otras recomendaciones tanto para propietarios como para inquilinos:
Alfa Inmobiliaria recomienda también incluir en los contratos de arrendamiento una cláusula que permita al propietario comunicar al FIM cuando un inquilino entra morosidad. “La firma de esta cláusula ofrece una valiosa información adicional a la hora de valorar al futuro arrendatario: un inquilino que acepte dicha condición probablemente esté más comprometido con el cumplimiento del contrato y no tenga nada que ocultar en cuanto a posibles incidencias de morosidad anteriores, hay que tener en cuenta que las incidencias por impago son bajas y sin embargo se crea una alarma social que no se justifica, no tienen que pagar justos por pecadores” concluye el directivo de Alfa Inmobiliaria.
Para los inquilinos, estas herramientas también ofrecen una ventaja: estos pueden solicitar un certificado de solvencia, demostrando no tienen ningún tipo de antecedentes de morosidad, una información que acelera el proceso de selección por parte de los arrendadores.
El miedo a los impagos está reteniendo una gran cantidad de viviendas fuera del mercado de alquiler, lo que agrava aún más la falta de oferta. No obstante existen fórmulas que ofrecen soluciones preventivas.
Fuente: ALLEGRA COMUNICACIÓN