La desvinculación laboral (ya sea por despido, jubilación anticipada, etc.) es un proceso que puede resultar doloroso para el trabajador a nivel emocional, social y familiar: pérdida de ingresos, inseguridad laboral, incertidumbre sobre el futuro… ¡miedo!
Normalmente, no se ve en este acontecimiento una ventana abierta a nuevas oportunidades, sino que se asocia con miedo e incertidumbre, seguramente debido a la ruptura de cierto sentimiento de “apego” al puesto de trabajo y lo que representa: abandono súbito de la zona de confort.
El apego, utilizando términos de la psicología, es la conexión emocional que se desarrolla entre dos personas, especialmente entre un niño y su cuidador principal. Podemos extenderlo sin riesgo a equivocarnos al que se da entre el trabajador y su empleador.
Esta conexión emocional se caracteriza por una necesidad de cercanía, seguridad y protección y cuando se pierde, casi instintivamente se tiende a la sustitución.
Posibles salidas cuando nos enfrentamos a la desvinculación laboral
Casi “en piloto automático” el empleado busca un nuevo trabajo por cuenta ajena, sin pensar en otras opciones. En unos casos, se pondrá manos a la obra, y en otros, contará con los servicios de una empresa de “recolocación” que le ayudará a buscar otro trabajo parecido y le guiará en el proceso. Sin embargo, en ningún caso le asegurará la obtención de este y mucho menos lo buscará por él.
Sin embargo, en España nos encontramos cada vez más empleados que optan por el emprendimiento dirigido y minimizando el riesgo. En vez de embarcarse en un negocio “desde cero”, optan por acudir a emprendimientos que ya están funcionando y se suman al mismo. Es decir, empleados en transición profesional que deciden emprender, pero de modo controlado, asesorado y aumentando las probabilidades de éxito.
Nos referimos a emprendimientos que ya tienen éxito en el mercado actual, con una tasa de éxito más alta que los negocios independientes, con modelos de negocio establecidos y una marca reconocida en el sector en el que opera. Además, en todo momento, el emprendedor tiene apoyo y capacitación, lo que puede ser beneficioso para los emprendedores que no tienen experiencia empresarial previa.
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