Hoy entra en vigor en toda la Unión Europea una normativa complementaria para incrementar el control sobre las emisiones de gases contaminantes en la industria del automóvil. Este nuevo conjunto de medidas restrictivas se conoce como RDE (Real Driving Emissions) y actúa sobre la medición de los óxidos de nitrógeno (NOx) que los vehículos pueden emitir (máximo de 0,08 gramos/kilómetro en diésel y 0,06 gramos/kilómetro en gasolina).
INVERTIR EN MEJORA MEDIOAMBIENTAL
Se trata de un cerco tecnológico a los gases nocivos, que los fabricantes de automóviles han aceptado. El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Mario Armero, reconoce que los fabricantes han invertido más de 50.000 millones de euros en los últimos cinco años para mejorar el impacto ambiental.
Por su parte, Anfac valora «muy positiva la introducción de estas nuevas normativas, ante progresivo envejecimiento del parque automovilístico español», que se sitúa en 12,4 años de media en 2018. Eso hace que la reducción de emisiones y partículas no se perciba.
Esto supone un nuevo paso, uno más a añadir a los efectuados en los últimos 15 años, en los que se han implantado sistemas que han permitido reducir notablemente los niveles de óxido de nitrógeno y de partículas, especialmente en los vehículos diésel. El uso de filtros y catalizadores permite eliminar el 99% de las partículas (PMA) y reducir hasta un 84% los niveles de NOx.
UN SECTOR INESTABLE
La aplicación de esta nueva normativa, no ayuda demasiado a la recuperación de un sector que no pasa por su mejor momento. El mercado del automóvil volverá a registrar una nueva caída este mes de agosto, cerca de un 37% respecto al mismo mes de 2018, lo que supone un descenso consecutivo de once meses.
A la caída de matriculaciones se suma el horizonte normativo de 2021. En esa fecha la media de emisiones de cada marca deberá estar en 95 gramos por kilómetro, sancionándose con 95 euros cada gramo superado multiplicado por el número de vehículos vendidos en 2020. Algunos fabricantes se han llegado a plantear la reducción de producción para aliviar las multas, con la destrucción de empleo que ello puede suponer.
Otra dificultad asociada a las secuelas psicológicas del dieselgate (punto de partida de la escalada legislativa) ha sido en incremento de las ventas de coches de gasolina. Las emisiones de NOx (lo que medirá la RDE) son hoy similares entre los dos carburantes, no así el CO2 que es superior en los motores de gasolina. Resultado: Las emisiones de CO2 han aumentado, aunque la recaudación de impuestos también ha aumentado ya que la fiscalidad del automóvil en España está ligada al CO2. No hay mal que por bien no venga, pensarán desde las administraciones que luego se ponen el gorro ecologista.
La nueva normativa europea que entra hoy en vigor supondrá un aumento de la matriculaciones tácticas. Las ‘automatriculaciones’ del pasado verano de 2018 por al WLTP hicieron crecer el mercado de forma explosiva con un 48,7% de incremento. Ahora, «con la nueva normativa muchos concesionarios se han visto obligados a automatricular vehículos antes del 1 de septiembre, lo que ha supuesto la creación de una bolsa de vehículos de Km 0 en los concesionarios a precios muy atractivos », señala Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto (asociación de concesionarios).