El origen del corner se remonta al nacimiento mismo del comercio, a aquellos primeros carritos de helados, puestos de flores o kioscos donde adquirir el periódico del día. Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando han proliferado de manera notable este tipo de establecimientos que, si por algo se caracterizan, es por su pequeña estructura y amplia versatilidad a la hora de reflejar la identidad de la marca que representan. Dinamismo.
Múltiples formatos
Como concepto de tienda, el corner constituye un espacio habilitado dentro de las instalaciones de otro negocio, en el que se comercializa un producto o servicios que viene a complementar de forma natural a la actividad principal del establecimiento. Su pequeña estructura y bajo coste económico representan ventajas inmediatas para el inversor, ya que permite su instalación en lugares insospechados, como son poblaciones de pocos habitantes o lugares de intenso tránsito de personas; su implantación ocasional para campañas por un periodo determinado de tiempo, o como plataforma de lanzamiento de propuestas comerciales que de no recibir la acogida esperada se reconducen hacia otra oferta mucho más rentable.
El éxito de los corners estriba en que proporcionan de forma inmediata información al promotor comercial y, sobre todo, que pueden adoptar tantos formatos como imaginarse cabe. “Pueden darse tantas modalidades de corner como opciones de negocio ha configurar”, explica Pablo Gutiérrez, aunque destaca dos variantes básicas: “los consistentes en la exposición coordinada de un determinado surtido de productos, y aquellos que además cuentan con un personal específico para su atención, bien gestionado por el establecimiento que acoge el corner, bien por la propia marca que representan”.
Razones para adoptarlo El corner es, como vemos, una fórmula económica de generar un canal de ventas en el que se comparten estructuras comerciales ya creadas y penetración en sus respectivos mercados.
Corner y tienda sobre la que se establece, se retroalimentan
Según los expertos, el corner puede adoptarse como un formato complementario al establecimiento de la misma marca desde el que están en contacto con el cliente: caso de las tintorerías rápidas. Pero también puede establecerse como punto de venta desde el que desarrollar la actividad principal: caso de libros o tarjetas de felicitación.
Lo habitual es que encuentre su ubicación natural en C. Comerciales o locales a pie de calle dentro de otro negocio, con el que aprovecha sinergias.
Un caso emblemático son los corners de moda o cosmética que el Corte Inglés posee en sus propias superficies comerciales.
Aunque se orienta a todo tipo de productos y servicios, ya sean franquicias o no, el corner ha tenido a lo largo de su historia una mejor acogida en sectores como la hostelería, confección, salud, dietética, automoción, restauración y servicios financieros.
No obstante, en los últimos tiempos, la creatividad del mercado, le han abierto las puertas a todos los demás segmentos económicos.
Estrategia comercial
Este espectacular desarrollo, unido a ser una alternativa al actual problema de ubicación inmobiliaria, lo han configurado como “una estrategia más de crecimiento empresarial”, opina Pablo Gutiérrez. Como modelo de tienda permite experimentar una marca dentro de otra, de cara a abrir con posterioridad tiendas más grandes. Supone, así mismo, una buena herramienta de análisis cuando el vendedor desea diversificar su negocio y no las tiene todas consigo del éxito de su nueva propuesta.
En el ámbito de las franquicias, “el corner es perfectamente compatible con una expansión convencional del negocio”, opina el director de consultoría de mundoFranquicia consulting. “De hecho, muchas veces se enriquece el propio proceso de crecimiento en franquicia. Piénsese, por ejemplo, en una enseña consistente en la explotación de un local que además cuenta con una red de corners en establecimientos de zonas exclusivas”, añade.
Todas las posibilidades que proporciona este pequeño establecimiento comercial transmiten al cliente la imagen de estar ante un negocio moderno. Pero, sobre todo, comunican la sensación de que allí se le prestan un servicio rápido y económico.
Este espectacular desarrollo, unido a ser una alternativa al actual problema de ubicación inmobiliaria, lo han configurado como “una estrategia más de crecimiento empresarial”, opina Pablo Gutiérrez. Como modelo de tienda permite experimentar una marca dentro de otra, de cara a abrir con posterioridad tiendas más grandes.
Supone, así mismo, una buena herramienta de análisis cuando el vendedor desea diversificar su negocio y no las tiene todas consigo del éxito de su nueva propuesta.
En el ámbito de las franquicias, “el corner es perfectamente compatible con una expansión convencional del negocio”, opina el director de consultoría de mundoFranquicia consulting. “De hecho, muchas veces se enriquece el propio proceso de crecimiento en franquicia. Piénsese, por ejemplo, en una enseña consistente en la explotación de un local que además cuenta con una red de corners en establecimientos de zonas exclusivas”, añade.
Todas las posibilidades que proporciona este pequeño establecimiento comercial transmiten al cliente la imagen de estar ante un negocio moderno. Pero, sobre todo, comunican la sensación de que allí se le prestan un servicio rápido y económico.
