La fórmula de tradición más artesanía junto al trabajo y esfuerzo, hacen de nuestras churrerías, un negocio viable, generacional y bonito que ha permitido el reconocimiento de la comunidad madrileña año tras año. La Antigua Churrería
En 1913 el bisabuelo de Julio Quiroga, abrió una churrería en el madrileño Puente de Ventas y con ella implantó un oficio y una tradición en su familia que ha pasado de padres a hijos.
Hoy, Julio es el representante de la cuarta generación de churreros de la dinastía Quiroga, y los secretos de esta, se han trasmitido desde su bisabuelo, hasta su padre, y todas las vivencias que él mismo ha pasado, son incorporadas al saber hacer de La Antigua Churrería, como hacía su propio bisabuelo, todo de forma artesanal.
Nada ha cambiado en nuestro negocio. En la Antigua Churrería el tiempo no pasa, las manos expertas de nuestros maestros churreros siguen siendo las mismas, con el mismo cariño, con la misma dedicación.
Nuestra oferta comercial se basa en:
- Churros y porras
- Bebidas calientes
- Helados
- Frapuccinos, Zumos, Smoothies…
- Sándwiches
Dar el mejor servicio y calidad junto a a una sonrisa nos hace el referente a batir. Que nuestros clientes nos recuerden como amigos y nuestros empleados como su otra familia es uno de los objetivos que estamos consiguiendo actualmente.
Contamos actualmente con cinco establecimientos en la Comunidad de Madrid y buscamos expandirnos por todo el territorio nacional. Estos están diseñados con el más mínimo detalle, para que nuestro clientes degusten nuestros productos de la manera más placida.
7 claves de éxito:
- Somos un negocio contrastado, debido a nuestra larga trayectoria de más de 100 años.
- La elaboración de nuestros productos es de manera 100% artesanal.
- Nuestra clientela fidelizada nos permite tener una proyección de futuro muy prometedora
- Nuestro servicio lo basamos en la cercanía y familiaridad de nuestros trabajadores
- Contamos con servicios a domicilio o a empresa
- Nuestros precios competitivos, en la excelente relación calidad/precio.
La imagen de nuestras churrerías es algo que hemos cuidado mucho desde el comienzo del negocio. Varias salidas en televisión, campañas de marketing directo, octavillas publicitarias, presencia en web y redes sociales. Todo lo que se puede hacer, lo hemos hecho para dar a conocer nuestra marca y sobre todo nuestros productos.
Pero, sin ninguna duda, nuestra mejor arma publicitaria es publicitaria es algo a lo que muy pocas personas pueden resistirse… ¡El chocolate con churros!
La fórmula de tradición más artesanía junto al trabajo y esfuerzo, hacen de nuestras churrerías, un negocio viable, generacional y bonito que ha permitido el reconocimiento de la comunidad madrileña año tras año.
