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Franquicias y supermercados

Pedro Cantalapiedra, Director de Consultoría de mundoFranquicia

El emprendedor cuenta con la garantía de un modelo de negocio totalmente consolidado y el respaldo integral de la central franquiciadora, dos factores que avalan la confianza del franquiciado a la hora de invertir.

El sector de la distribución está experimentando un importante crecimiento en nuestro país, un fenómeno que se ha visto claramente reflejado también en el sistema de franquicias de supermercado, donde la apertura de nuevos centros se ha intensificado de manera destacable en los últimos ejercicios.

Esta tendencia tiene su base en un mercado muy maduro liderado por grandes grupos que están apostando claramente por la franquicia como una de sus principales vías de expansión y que para afrontar este crecimiento han adaptado sus modelos de negocio a un formato franquiciable, con menos metros cuadrados, ubicaciones de proximidad y aprovechando la gran bolsa de franquiciados en autoempleo en busca de negocios estables que nos ha dejado la pasada crisis.

De esta manera, el emprendedor cuenta con la garantía de un modelo de negocio totalmente consolidado y el respaldo integral de la central franquiciadora, dos factores que avalan la confianza del franquiciado a la hora de invertir y montar su propio negocio.

En este sentido , la labor que las grandes cadenas de distribución están realizando para ajustar sus modelos de supermercados a un formato capaz de ser gestionado por un franquiciado ha sido grande, siempre buscando un alto nivel de éxito y un mínimo riesgo en la implantación del negocio, para esto se buscan que todos los procesos estén totalmente controlados por la central, gracias a un sistema logístico y a una política de precios que de otra manera sería insostenible y que le permite trabajar con marcas líderes manteniendo una excelente relación calidad precio.

Es más, la misma cadena en muchas ocasiones cuenta con varios modelos franquiciables, para dar respuesta tanto a las expectativas del franquiciado como a las necesidades del cliente final (ubicación, superficie, oferta…).

Asimismo, hay cadenas que también ofrecen al emprendedor la posibilidad de reconvertir negocios ya operativos, con el objetivo de mejorar sus resultados bajo el paraguas y la imagen de una marca consolidada.

A esto hay que sumarle que hablamos de tiendas de cercanía que comercializan productos de primera necesidad y a la progresiva recuperación de la economía, que repercute directamente en el consumo.

Este fenómeno del supermercado de proximidad está proliferando de manera especial en las ciudades para acercar al consumidor las ofertas y ventajas (precios, horarios, etc.) que hasta ahora solamente podían encontrar en grandes superficies, por regla general ubicadas a las afueras. De hecho, ha sido tal el crecimiento que en estos momentos resulta complicado encontrar buenas ubicaciones para nuevas aperturas.

En cuanto a las poblaciones pequeñas, hasta hace relativamente poco estaban “gobernadas” por tiendas tradicionales, si bien actualmente también representan un gran atractivo para las cadenas, porque les permite presentar una oferta muy competitiva para el consumidor local, en cuanto a variedad, calidad, precios, etc.

En definitiva, la madurez del sector y el control absoluto de la actividad, gracias a la amplia experiencia de las compañías que lideran el mercado y las nuevas tecnologías , han sido factores decisivos para afianzar la confianza que éstas han depositado en el sistema de franquicia como el más eficaz para emprender un crecimiento nacional, que les permita incrementar penetrar mercado y en definitiva aumentar sus ventas a través del control y gestión de socios locales.

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