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¿Qué es el coste de oportunidad y cómo valorarlo a la hora de invertir en franquicia?

Eugenio Saz, consultor ejecutivo de mundoFranquicia

El coste de oportunidad es todo aquello a lo que renunciamos cuando tomamos una decisión económica

Este término fue inventado por Friedrich von Wieser en su Theorie der gesellschaftlichen Wirtschaft (Teoría de la economía social) publicada en el año 1914. El coste de oportunidad entra en un mundo de recursos escasos y de enormes oportunidades.

El coste de oportunidad es todo aquello a lo que renunciamos cuando tomamos una decisión económica. Por ejemplo, si tenemos un presupuesto de 3 euros para elegir entre comprar una pieza de bollería o un sándwich, decidamos lo que decidamos, tendremos un coste de oportunidad. Si decidimos finalmente adquirir una pieza de bollería, habremos renunciado al sándwich y viceversa. Se basa en el principio de la rentabilidad esperada, y parte de que los agentes económicos racionales basan sus decisiones en base al coste o privación de recursos para conseguir la mayor rentabilidad.
El coste de oportunidad tiene una notoria importancia tanto en las decisiones sobre nuestro capital disponible para invertir, así como en las más personales. Siempre analizaremos nuestras decisiones con el objetivo de obtener la mayor rentabilidad esperada.

A la hora de tomar dicha decisión en base a invertir en franquicia o desarrollar un modelo de negocio propio el coste de oportunidad puede ser muy significativo. Cuando se invierte en franquicia, inviertes en un modelo de negocio con un histórico y una rentabilidad testada, mientras si emprendes a través de un modelo de negocio propio el riesgo es elevado y las posibilidades de éxito inciertas. A continuación vamos a enumerar diferencias a la hora de invertir en franquicia o por cuenta propia asumiendo el coste de rechazar emprender en franquicia:

  • Menor riesgo de fracaso que en un negocio propio. Tal y como hemos comentado, inviertes en un modelo de negocio que ya tiene una rentabilidad y un “know how” constatable.
  • Recibimos el valor indirecto de toda la red de franquicias, es decir, somos más fuertes hacia la competencia que con un negocio propio gracias a su posicionamiento y a sus acciones comerciales.
  • Marcas registradas (nos ahorramos ese coste directo), buenos acuerdos con proveedores, acciones de marketing existentes y exitosos, etc.
  • Obtener financiación para abrir una franquicia nos resultará más accesible. Cuando acudas a un banco para solicitar un préstamo para emprender, el modelo de franquicia es más factible para que te puedan conceder dicha financiación.
  • La ayuda y la experiencia del franquiciador suponen un aprendizaje y un manejo del negocio que por cuenta propia puedes carecer.

Resumiendo, el coste de oportunidad en muchas ocasiones es objetivo (la mayoría de las veces en el mundo empresarial), pero en otras muchas ocasiones está lleno de subjetividad, como en el caso de la política económica y las decisiones personales. Por ello, a la hora de valorarlo es muy importante tener presentes cuales son los objetivos que se quieren maximizar, y el valor que tiene para nosotros aquello que dejamos de ganar. Por lo tanto, emprender por cuenta propia dejas de ganar todo lo relativo a la marca, el “know how”, la formación y la rentabilidad demostrada de una franquicia.

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